Recuerdo las horas ilimitadas tras el sonar del segundero. Hoy el tiempo llena el vaso y sin sentido en porcentajes de vida, se suele decir que vamos a media cuota.
Fotos en analógico, el incumplimiento y el botón de apagado de una red social. Quizás, para los más cuerdos y osados, significa el mayor acto de rebeldía.
Manos ligeras, perdidas en pensamientos, y el modo avión exclama en azules el cielo.
Lo cruel de las jaulas y el sinfín de la escritura: las oraciones, la música, los versos, los diseños y las nuevas ideas. Ilimitados y tan limitados a la vez.
Llegará el día en que mis ojos vean ese reloj antes del adiós definitivo, y fundido en ese tic-tac, lo corto de la vida llamará a un nuevo mundo.
¡Qué corto es este momento!, como sobras de pan, fue destiñendo los abrazos, las sonrisas y las peleas. Todo fue olvidado, pero los grandes gestos y el alma en caminos eternos, que hablan de un Dios sanador y salvador, lo cambian todo cuando Él es el florero en el centro de nuestra mesa por siempre.
Los dobleces en multitonos, de lo creado en vida, son vendidos por universos, postores irreverentes, cálidos y extravagantes, mágicos y perfectos.
Las bocas sin lenguas y los ojos sin visión, la muerte y los basureros presumen de su pasión. En lo simple y en la dicha del hombre bueno, está la ley de su rey.
Los eruditos sobre los pensantes, las ideas sobre la razón y el corazón, de mansos y turbios placeres, derrochando cada gota de vida y energía.
En los sabores del cielo, la sabiduría afirma y crea mundos que cantan y definen al más sabio e inconmensurable Dios. ¡Viva por siempre!
El justo y su firmeza, sus pasos son llenos de paz y alegría; por otro lado, el insensato y el temor en formas de muerte. Su tristeza es profunda y en su todo nunca habrá esperanza.
En la antítesis del corazón, solo hay una roca que no falla. Sus palabras son fieles y viven para siempre.
“Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.” Salmo 139:5 NVI
Tan prácticos y ligeros, los días de dicha y los filos de navajas sajando con dolor las entrañas, como dolores de parto, el fin de los fines en los cielos señales.
Los píxeles con sagacidad condenan al universo, gritos que en textos cortos y sutiles exclaman sabiduría, la ignorancia del ignorante y las masas sin vida pisotean el botín que en preciosas joyas traen vida y aliento.
Las fuentes de los falsos ídolos hacen perder la cordura, los que dicen ser valientes se mofan en glamour, imagen e ilusión.
Los múltiples caminos en excesos son la vida, y las copas que en misturas sonríen y exhalan en silencio de dolor.
Se agoniza y aparenta libertad, se idealiza y se camina en utopías, se crean futuros y se derrumban las piezas, el dios del ser y el adiós sin esperanza al desvanecer.
En el marchitar de los árboles se expira, en el divagar de mentes cauterizadas lo real de los cielos siempre gobernará. El sinsabor del corazón por la existencia de un eterno Dios, y los vacíos que solo una fuente perfecta puede saciar.
Diseños particulares y contenedores de un perfecto amor.
“Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; No hay quien haga bien. Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido Que buscara a Dios. Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno. ¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Dios no invocan?” Salmos 53:1-4 RVR1960
“La sabiduría hizo una casa y le puso siete columnas labradas. Hizo además una fiesta, en la que ofreció el mejor vino. Una vez puesta la mesa, mandó mensajeras a la parte alta de la ciudad, para que desde allí gritaran: «Jovencitos sin experiencia, ya que les falta entendimiento, vengan conmigo. Vengan a gozar de mi banquete; beban del vino que he preparado. Si realmente quieren vivir, déjense de tonterías y actúen con inteligencia.” Proverbios 9:1-6 TLA
“¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mistura.” Proverbios 23:29-30 RVR1960
Los justos, sobre los cielos, elevan sus manos. Lo limpio se conserva limpio, y lo sucio para los cerdos es un festín que pudre el corazón. La vista es oscura y los placeres altos, llenos de luces con festines, ideas y osadías.
Quizás los basureros tiñen el alma, a cuyos espíritus se desbordan hacia un abismo sin fin, del príncipe y su mundo, del marketing y sus campañas, la ceguera y sus ciegos, de eso tan aclamado nunca se dará tanto.
El corazón desvirtuado y la sed que consume lo poco y lo mucho de un globo en extinción, en angustias el pan y en migajas la porción de un día que en afanes cierra sus puertas sin esperanza.
Los tiempos de mesa, el sol de un nuevo amanecer, es él, nuestra esperanza de gloria. Los que miraron su rostro fueron alumbrados y luz brilló para sus casas. Lo eterno y un hogar que espera, lámparas que no se apagan aún en tempestades, del cielo oleo de gozo y corazones que arden por su regreso. Maranatha cristo ven.
Tales serán los cantos en aquellos días: los trozos de papel con letras y números, versículos que significan su todo, cenas y porciones como sustento, sus palabras reales y admirables, el pan más deseable y el paladar más refinado.
El corazón agradecido, los milagros más vividos e inimaginables. Solo ÉL y su Espíritu, un ser que libra de las llamas de un mundo que arde en temor, mentiras y libertinaje.
Mares y montañas, la sal dentro de lo insípido, la luz más armoniosa y el cielo contando coronas que en llamas de fuego sellan un puñado de héroes que extienden la historia, “once sobre cuarenta”.
Cantos, oraciones y poesías; declaraciones de fe, esperanza y futuro; defensas, discursos y pensamientos; persecuciones, escarnio y olvido; injusticias, hambres y dolores; llantos, angustias y muertes. Vida, pasión y clamor; himnos, armonías y ovaciones; su reino, designio y gobierno; soberano y eterno es el rey que vive y gobierna para siempre. Maranatha. Ven pronto.
“Y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.”
El silencio habla, y el ser exhala en tonos y voces que en laberintos y arte frente a espejos diseñan nuevos caminos y cuadros para el alma.
Sé nada en reversa en la mitad del océano, son los días del futuro puesto a mis pies, desperté y era ayer.
Los egos con un fin, lo importante en desnudez y sin gloria cierra los ojos para un olvido eterno. El correr y el afán pierden sentido, la luz y el respirar regalo divino.
Los valores y sus escalas el placer y sus máximas expresiones, piel por piel y el alma en un embudo sin fin, los pasos sincronizan, la mente en lucidez que en sensatez persigue y canta por regalos y afanes supremos.
La quietud del hombre cambia su destino y sus vuelos detonan surcos con fines supremos.
Las ganas de arte, de un cielo que pinta galerías del silencio que en suspiros transportan en nobles notas de aires nocturnos.
Los bohemios días del observador como fiel centinela del detalle tras el detalle. De admirar el sonido en madrugadas donde el invierno y el café abrazan al son de tus palabras que son vida y verdad para mi alma.
“Te oigo en los días más densos y solo en ti encuentro consuelo, súplicas y cantos me hacen vivirte, por segundos noches y fotografías eleven mi ser a tesoros eternos, recompensas del sempiterno”.
Largos silencios que en escritos y textos marcan un camino al cielo, simplemente morimos cuando el asombro y el deleite no hace parte de ese amor que sobrepasa entendimiento.
Cumbres y cuidades icónicas, el corazón del hombre siempre por lo alto, ciudad de placeres y deseos, en el divagar y en suspenso de un momento cero, lo finito e inalcanzable toca la razón.
Pasaportes en forma de migas, de las manos al piso el eterno caminante, sus pasos guian al centro de aquella metrópoli de donde proviene nuestra ciudadanía.
Peregrinos incansables, que en relatos recuerdan las miticas historias de un rey envenenado y vuelto a vida, los cantos en gloria en ecos sobre las miles de galaxias que hoy en dia anuuncian su regreso.
Destellos, anclada está mi alma a ti. Tiernos y suaves aromas de la mañana, es el despertar de días soñados, aviva mi ser.
Tesoros en gloria en lo profundo de un oscuro mar, vinieron siendo mis días, en medio de sombras sin colores y sin memoria, la lucidez de un alma feliz en su naufragio.
Los fantasmas en rostros falsos, los deseos por segundos y sus más grandes afanes, rumbos equívocos y destinos en honor al corazón, dormido pero despierto vuelvo a brillar en lo profundo del mar.
Los recuerdos en altamar, el sol con ímpetu, el viento a la deriva y ninguna ola detiene a aquel a cuya mente alma y corazón ha propuesto la eternidad y sus infinitos tesoros, noches en suaves melodías, escritos y promesas incontables como estrellas, es un domo celeste e infinito que despierta.
Duermo y aún está su brillo, su respirar y latir armoniosa melodía, ahora son sus palabras golpeando en versos cada pulso de mi pequeño corazón.
Nuevamente perdido en ti.
Versión 2023
“1 (1b) Dios es dueño de toda la tierra y de todo lo que hay en ella; también es dueño del mundo y de todos sus habitantes. Dios afirmó la tierra sobre el agua de los mares; Dios afirmó este mundo sobre el agua de los ríos. Solo puede subir al monte de Dios y entrar en su santo templo el que siempre hace lo bueno y jamás piensa hacer lo malo; el que no adora a dioses falsos ni hace juramentos en su nombre. Al que es así, Dios lo llena de bendiciones; ¡Dios, su Salvador, le da la victoria!” Salmos 24:1-5 TLAI
Abriré esta ventana oscura, noche que en detalles merece ser observada, rostros desviados y luces falsas consumen el sol como hologramas, el día fugaz como el olvido, como empalagarse de lo más dulce y vivir en lo insípido.
El telón se cierra y el afan con fuerza arropa el corazón, ciegos pero con vida, lejos y en el exilio… abriré esta ventana, las pléyades y el Orión muestran el trazo de un dedo perfecto uniendo constelaciones, corto de vista, puntos que titilan mi esperanza aún tiene sentido.
Razonar y meditar es cuestión de gadgets a medio suspiro pienso en sus riquezas, por más que el hombre razone si logra salir del molde quedará como abismado, si entendiera que en él hay una majestad terrible bajaría mis brazos y levantaría mi rostro, abriré esta ventana, un horizonte perfecto, eternidad infinita no hay nadie más ¿quién lo logra comprender ? Solo aquellos inoportunos pensantes que cuestiona tanta belleza. Solo un cuadro para muchos pero un abismo que absorbe y cautiva ¿ a esto le llamo eternidad en mi corazón ?
Abriré está ventana…
¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, Las maravillas del Perfecto en sabiduría? …Por más que el hombre razone, quedará como abismado. ..En Dios hay una majestad terrible. Lo temerán por tanto los hombres; Él no estima a ninguno que cree en su propio corazón ser sabio. Job 37:16…
Es el Señor quien creó las estrellas, las Pléyades y el Orión. Él transforma la oscuridad en luz y el día en noche. Él levanta agua de los océanos y la vierte como lluvia sobre la tierra. ¡El Señor es su nombre! Amós 5:8 NTV