El Vientre y sus Máximas

Decidí mi postura, mi convicción.
Decidí acallar mi alma, cerrar mis oídos y mis ojos a los sonidos de esta vida.

Las olas vienen y van;
y revueltos somos, en tempestad,
guiados por ciegos en censos dispersos
de relativismos, fortunas y placeres,
enfocados en lo alto de la cumbre.

El corazón no se cansa,
y desbocados vamos,
en la ruin verdad de almas sin sentido,
sometidas al señorío del príncipe y su mundo:
el vientre y sus máximas…
perdidos somos.

Pero en los silencios,
y en las voces dentro del silencio,
los temores en soledad se disipan.
Y sus consejos, como dulces bocados de pan,
Ciertos verdaderos y eternos,
son reservados para los valientes
y discretos apasionados por Su voz,
que aliento y vida nos da.

Fiel consejero siempre eterno.

Proverbios 9

1 comentario

  1. Avatar de Andrea Andrea dice:

    Que tus poemas y mensajes sigan impactando la vida de muchos!

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